Oscar
Huete
Es digno de admirar, cuando nos
encontramos a una pareja de hermanos jugando en el mejor béisbol del mundo, algo
poco usual y menos común todavía si se trata de dos peloteros colombianos:
Donovan de los Marlins de Miami y Jhonatan Solano de los Nacionales de
Washington.
Donovan debutó con los peces el 21 de
mayo del año pasado, mientras que Jhonatan lo hizo ocho días después
casualmente en un encuentro entre Washington y los Marlins de Miami.
Y es que por segundo año consecutivo esta
pareja de hermanos volvieron a coincidir en un mismo partido en las Mayores en
este 2013.
“Me alegra que los Nacionales lo vuelvan
a tener en cuenta para esta temporada” nos dijo Donovan al enterarse que su
hermano se encontraría en el club house del equipo visitante en la serie que
sostuvieron los Marlins frente a los Nacionales a mediados del mes de abril.
Esta pareja de barranquilleros es apenas
la segunda que el país del café envía a las Mayores, luego de los hermanos
Cabrera, Orlando y Jolbert, quienes jugaron hasta el año 2011.
“No creo en las casualidades de la vida,
pienso que son obras de Dios que vuelva a este nivel, lamentablemente mi amigo
Wilson Ramos se lesionó y la gerencia del equipo determinó volver a darme la
oportunidad de estar en las Mayores”, expresó el barranquillero quien inicio la
temporada con el equipo Syracuse Chiefs sucursal AAA de los Nacionales de
Washington.
Tras pasar varias temporadas en la ligas
menores los hermanos Solanos tuvieron su primera oportunidad de jugar en las
Grandes Ligas el año pasado, donde Donovan terminó con un promedio de bateo de
.295, producto de 84 imparables en 285 oportunidades, mientras que su hermano mayor Jhonatan
culminó con un promedio de .314 con 11 inatrapables en 35 turnos oficiales.
“Creo que las dos personas que más
disfrutaron que ambos hubiésemos llegado a este nivel fueron nuestros padres,
gracias a los principios que nos inculcaron y a la educación que ambos nos dieron
podemos estar disfrutando este momento”, afirmó Donovan, quien después de la
partida de Omar Infante a mediados del mes de mayo se apoderó del segundo
costal de los peces.
Sin embargo las cosas no han sido fácil
para el careta colombiano, ya que delante de el tiene varios venezolanos en los
que destaca el valenciano Wilson Ramos y el maracucho Sandy León.
“El hecho de haber iniciado en AAA, no
significa que bajé la guardia, al contrario debo seguir trabajando fuerte para
llegar a establecerme en las Mayores, no es una tarea fácil pero se que tengo
las condiciones y las herramientas para ser un cátcher titular con cualquier
equipo”, dijo el mayor de los Solanos quien en el béisbol invernal juega con
los Tigres del Licey en la Liga Profesional de Republica Dominicana.
Un hecho que marcó sus decisiones por jugar
el béisbol fue aquella memorable noche en que su compatriota e ídolo, Edgar
Rentería, decidió con un hit de oro el séptimo y último partido que dio la
victoria a los entonces Marlins de la Florida sobre los Indios de Cleveland en
la Serie Mundial de 1997.
“Sin duda alguna ese fue el momento en
que ambos nos decidimos a jugar béisbol, y gracias a todo el apoyo que hemos
recibido de nuestra familia, de nuestros managers, de nuestros amigos, hoy estamos
disfrutando este momento”, finalizaron diciendo los barranquilleros.
La presencia de jugadores colombianos en
las Mayores se puede calificar de extraña, ya que solo doce peloteros
colombianos han jugado en este nivel, país donde el fútbol es el deporte
nacional.