Oscar Huete
La oportunidad de conocer a los grandes personajes de la historia se nos presentan muy pocas veces en la vida y yo perdí la de conocer a uno de los mas grandes peloteros del mundo, cuando este dirigió al equipo de Puerto Rico en el VI Campeonato Mundial de béisbol amateur realizado en mi natal Nicaragua en el año de 1972.
¿Porque se preguntaran ustedes? Porque solo contaba con tres añitos de edad y quizás a mis padres, o no les interesaba el béisbol o no sabían quien era Roberto Clemente, privándome así de ese gran honor
Nacido en la ciudad de Carolina, Puerto Rico en el popular barrio de San Antón, el 18 de agosto de 1934. Sus padres don Melchor Clemente y doña Luisa Walter, familia humilde y trabajadora, criaron a Roberto con las mejores costumbres de religiosidad y buenas maneras. Fueron cuatros los hijos que conformaban este hogar; Osvaldo el mayor, fallecido, Justino “Matino” el único que vive, Andrés y Roberto. La niñez de los hermanos Clemente transcurrió entre el estudio, la ayuda a sus padres y el deporte, los tres mayores dedicados al béisbol, Roberto al atletismo y al béisbol, fue un gran corredor de distancias cortas y un magnifico lanzador de jabalina, lo que seguramente derivaría años mas tarde en el extraordinario brazo que tuvo, muchos peloteros temían al brazo de Clemente, preferían quedarse en la tercera base que correr el riesgo de ser puestos out en la goma.
A los 17 años de edad firma un contrato con el escucha de los Dodgers Howie Haak, el cual lo asigno rápidamente al equipo Montreal, equipo de liga menor de la organización, allí bateó para .257 en 84 juegos, solo actuó un año en Ligas Menores. Fue seleccionado por los Piratas de Pittsburgh en el draft de jugadores por Brach Ricky quien le hizo un contrato de $4.000 dólares, cuando los Dodgers lo dejaron desprotegido en 1954.
Militó para el equipo de los Piratas de Pittsburgh por 18 temporadas, ganando cuatro campeonatos de bateo de la Liga Nacional, su average de bateo de por vida es .317, 240 cuadrangulares 3,000 hits, 1,305 carreras impulsadas, 12 guantes de Oro.
En 1966, ganó el premio al mejor jugador de los Piratas de Pittsburgh, ocupa actualmente el décimo lugar del ranking ofensivo de su novena de todos los tiempos. En 1971 los Piratas llegaron a la Serie Mundial, enfrentándose a los Orioles de Baltimore. Fue una sensacional confrontación que dejo a Clemente como el mejor jugador de esta serie con un lujoso promedio de bateo de .414, conectando 12 hits en 29 turnos oficiales con 2 vuela cerca y 4 rayitas impulsadas, esta serie fue ganada por los Piratas.
En la isla del encanto militó para los equipos Cangrejeros de San Juan, Criollos De Caguas y Senadores de San Juan, siempre llevando consigo la magia de su juego trasmitida a todos sus fanáticos en cada jugada.
En 1964, contrae nupcias con la Señora Vera Cristina Zabala, quien había conocido a finales del año 63 en una farmacia de su pueblo, de este matrimonio nacen tres varones Roberto Jr, Luis Roberto y Roberto Enrique, los dos mayores llegaron a jugar en las ligas menores de los Estados Unidos. Pero Roberto Jr no pudo seguir los pasos de su padre al verse afectado por una lesión en una rodilla que lo alejo del campo de pelota.
En medio de las celebraciones de fin de año de 1972, abandono a su familia para asistir a las victimas del terremoto de Managua, brindándoles ayuda alimenticia, con tan mala suerte que el viejo avión en el que viajaban no soporto la travesía de Puerto Rico a Nicaragua.
Fue inducido al Salón de la Fama el 6 de agosto de 1973, su elección se produce de manera especial pues no tuvo que esperar los cinco años reglamentarios después del retiro para la inducción.
Muchos han sido los galardones, premios y homenajes recibidos por el extraordinario pelotero, en 1972 se creó el Premio del Comisionado, entregado al jugador que mas haya dignificado al béisbol anualmente. Después de la muerte de Roberto el premio fue denominado “Premio Roberto Clemente”
Este próximo 31 de diciembre se cumplirán 37 años de su partida y aun sigo recordando las lagrimas en los ojos del manager venezolano Ozzie Guillen, al igual que en los ojos del jugador dominicano Miguel Tejada, cuando se le rindió tributo a Roberto Clemente en el Clasico de mitad de temporada del 2006, en la ciudad estadounidense que mas lo recuerda Pittsburgh.
Sin duda alguna Roberto Clemente es un inmortal del Diamante, que siempre será recordado por grandes y chicos.